Tiene menos de 20 años.
Actualmente consume alcohol, sustancias ilegales o fuma (también ocasionan riesgos serios para la salud del bebé).
No planeó el embarazo o tuvo sentimientos contradictorios acerca de este.
Tuvo depresión, trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad antes del embarazo o en un embarazo anterior.
Vivió un hecho estresante durante el embarazo o el parto, por ejemplo, una enfermedad, muerte o padecimiento de un ser querido, un parto difícil o de emergencia, un parto prematuro o una enfermedad o anomalía congénita en el bebé.
Tiene un familiar cercano que haya experimentado depresión o ansiedad.
Tiene una mala relación con la pareja o es soltera.
Tiene problemas financieros o de vivienda.
Tiene poco apoyo de la familia, de los amigos o del cónyuge o la pareja.
Estos son los factores de riesgo que enumera NIH en EEUU y deben constituir parámetros de alarma para que el profesional del Equipo de Salud Perinatal inicie la pesquisa de la Depresión Perinatal en forma transdisciplinaria